“Hemos tenido la confianza de darles el ticket a los clientes para que pasen a pagar a la caja, y es ahí donde se les hace fácil huir sin pagar la cuenta; esas fueron las palabras de La mesera que con angustia corrió hasta el estacionamiento donde alcanzó a la señora mientras que el marido huía en su vehículo.
La mesera la alcanzó en el estacionamiento donde la clienta argumentó que pensó que su esposo ya había pagado la cuenta y fue el primero que cobardemente desapareció al verse descubierto de su fechoría.
No es la primera vez que suceden estas circunstancias, donde tengo que salir corriendo para obligar al cliente que pague la cuenta.
Meseros que han tenido que lidiar con todo tipo de personas, huyendo sin pagar la cuenta y ellas terminan pagando la comida que en tan lujoso lugar llegan a degustar.
Que pasados!!!!