La tensión se mantiene latente en la Península de Atasta tras cumplirse más de 100 horas de bloqueo en la carretera federal 180, principal vía de conexión entre Ciudad del Carmen y el estado de Tabasco. La protesta, encabezada por pobladores de Atasta, Nuevo Progreso y comunidades aledañas, ha generado afectaciones millonarias tanto a la economía local como al transporte de bienes y personas.
El reclamo de los manifestantes es claro: una solución inmediata y definitiva al problema del suministro eléctrico, el cual ha sido deficiente y errático por años en la región. Ante ello, el subsecretario de Gobierno en Carmen, César Marín Reyes, arribó este jueves a la zona de conflicto para dialogar con los inconformes y presentar una propuesta.
El funcionario estatal, quien llegó escoltado por elementos fuertemente armados portando fusiles de asalto, explicó que a partir del viernes 18, al menos 10 cuadrillas de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) iniciarán trabajos para sustituir el cableado eléctrico en diversas comunidades de la península. Estas labores se extenderán por un plazo estimado de 10 días y tienen como objetivo mitigar los constantes apagones mientras se concreta la licitación para la construcción de una Subestación Eléctrica, compromiso anunciado públicamente por la gobernadora Layda Sansores San Román.
A cambio, Marín Reyes solicitó la liberación inmediata de la vía federal, medida que permitiría restablecer el tránsito vehicular y reducir las pérdidas económicas acumuladas, tanto para transportistas como para empresas locales, muchas de ellas paralizadas por la imposibilidad de operar con normalidad.
Sin embargo, los representantes comunitarios rechazaron liberar por completo la carretera, accediendo únicamente a un desbloqueo parcial de una hora, condicionada al inicio tangible de los trabajos por parte de la CFE.
Durante la jornada, el ambiente se tornó tenso y caótico, con gritos, protestas y escenas de confrontación verbal entre manifestantes y algunos conductores varados, quienes exigen se restablezca el paso lo antes posible. La presencia de fuerzas estatales y federales, así como el hermetismo con el que se han manejado los avances del diálogo, han contribuido al creciente malestar.
Mientras tanto, el tráfico sigue colapsado, cientos de vehículos permanecen varados y se estima que las pérdidas económicas derivadas del bloqueo ya superan los varios millones de pesos en sectores como transporte, comercio, logística y turismo.
Por ahora, la incertidumbre reina en la región, a la espera de que el inicio de las labores técnicas previstas para este viernes logre destrabar el conflicto y evitar un posible estallido social mayor.