Ciudad del Carmen, Camp.— De los tiempos dorados del PAN a los nuevos vientos de Morena, Javier Camargo Salinas sigue demostrando que el color del poder no importa cuando el negocio sigue fluyendo. Quien fuera el magnate detrás de EVYA y BMPI, empresas beneficiadas con miles de millones de pesos en contratos de PEMEX, ha vuelto a posicionarse en el tablero energético, esta vez bajo el amparo del partido guinda.
Fuentes del sector portuario confirmaron que Camargo obtuvo, a través de su hijo Francisco Javier Camargo Torres, la concesión del Muelle 13 del Puerto Industrial de Ciudad del Carmen por 10 años, operando bajo la razón social Servicios Predictivos Costa Fuera S.A. de C.V..
Una jugada redonda que, aseguran empresarios locales, “le permitirá controlar la renta, los servicios y la logística marítima desde la sombra”.
Durante años, Camargo Salinas se movió cómodamente entre los gobiernos panistas, cosechando contratos multimillonarios en los sexenios de Vicente Fox y Felipe Calderón. Sin embargo, con la llegada de Enrique Peña Nieto, el viento cambió de dirección: su imperio enfrentó auditorías, embargos y un escándalo financiero que lo vinculó al caso Banamex-Oceanografía. Pese a ello, el empresario nunca cayó.
Hoy, ya bajo el paraguas de Morena, el veterano de los contratos petroleros busca reinventarse. Detrás de su aparente retiro, impulsa a su hijo como nueva cara empresarial mientras él mueve los hilos políticos desde atrás. “Javier Camargo no pierde. Cambia de bandera, cambia de amigos, pero nunca de intereses”, señaló un exsocio que pidió el anonimato.
La concesión del muelle, que supuestamente se entregó por licitación, se mantiene en la opacidad. No hay publicación oficial ni detalles del proceso, lo que ha levantado sospechas sobre un posible favor político disfrazado de inversión privada.
No es la primera vez que el apellido Camargo suena en los pasillos del poder. En su momento, Javier fue acusado de financiar campañas políticas en Tabasco (foto apoyando la campaña del actual senador de la república Adán Augusto) y Campeche. Aun así, el empresario logró mantenerse a flote, protegido por su influencia y sus contactos en todos los partidos.
Hoy, mientras Ciudad del Carmen enfrenta crisis portuaria, desempleo y abandono industrial, el Muelle 13 vuelve a convertirse en el símbolo de un viejo modelo: el de quienes siempre ganan, sin importar quién gobierne.
La pregunta que muchos se hacen en los muelles y oficinas es directa:
¿Cuánto más podrá Camargo seguir navegando entre las aguas del poder sin hundirse?




