El IMSS Bienestar de Ciudad del Carmen se ha convertido en un auténtico calvario para los derechohabientes y pacientes hospitalizados. En plena ola de calor que azota a la isla, las instalaciones carecen de climatización, provocando que personas recién operadas o en recuperación permanezcan en condiciones inhumanas, sudando en exceso, sufriendo irritaciones y hasta peladuras en la piel debido al calor sofocante.
Mientras tanto, el director, coordinadores, personal administrativo y quienes laboran en ventanillas de laboratorio y rayos X trabajan cómodamente en oficinas con aire acondicionado, al grado de portar suéteres, lo que refleja la desigualdad y la indolencia hacia los pacientes que deberían ser su prioridad.
Peor aún, fuentes internas señalan que no se están realizando operaciones por falta de materiales, equipos y hasta anestesia, lo que obliga a los familiares de los derechohabientes a comprar medicamentos y utensilios básicos que deberían ser responsabilidad del hospital.
El colmo: autoridades médicas, incluido el propio Palacio, aseguran que “no pueden hacer nada” por los pacientes hospitalizados, evadiendo su responsabilidad mientras la institución se hunde en el abandono.
La situación en el IMSS Bienestar de Ciudad del Carmen no solo es un problema administrativo: es un atentado contra la salud, la dignidad y la vida de miles de carmelitas que han confiado en un sistema de salud que hoy los condena a la indiferencia, al calor y a la falta de atención.
Exigimos respuestas claras y acciones inmediatas.
Los enfermos no pueden esperar, y la negligencia no puede seguir siendo la política de salud en nuestra ciudad.
