Ciudad del Calor, perdón… del Carmen. — En plena ola de calor, cuando hasta los abanicos sudan y el pavimento parece sartén, un grupo de padres de familia decidió que el verdadero problema no son las altas temperaturas, sino el atuendo fresco de la maestra de sus hijos.
Según su queja, la docente “enseña demasiado” en el aula… aunque no se refieren precisamente a matemáticas o español. Al parecer, su vestimenta ligera —adecuada para sobrevivir al horno que llaman salón de clases— fue motivo suficiente para desatar una mini tormenta moral.
“No es apropiado que vista así frente a menores”, alegaron algunas madres, mientras el termómetro marcaba 39 grados a la sombra y el ventilador apenas movía la culpa.
Pero la historia dio un giro inesperado cuando llegó a redes sociales, donde cientos de internautas salieron en defensa de la maestra, recordando lo obvio: no hay uniforme oficial para soportar el infierno carmelita, y nadie debería ser juzgado por elegir ropa fresca cuando el sol te cocina las ideas.
“Enseña bien, se ve bien y respira… ¿Cuál es el problema?”, comentó una usuaria.
Mientras tanto, la SEDUC no ha emitido pronunciamiento oficial, pero según fuentes internas, ya evalúan distribuir bloqueador solar y abanicos con hielo seco como parte del kit docente.
En conclusión: en tiempos donde literalmente hasta la paciencia se derrite, tal vez convendría preocuparnos menos por los hombros descubiertos… y más por tener escuelas con ventilación digna.
