“Después de hacer Toy Story, Bichos y Toy Story 2 sin parar, mi esposa me miró a los ojos y me dijo algo que nunca olvidaré: ‘John, un día vas a despertar, tus hijos se habrán ido a la universidad… y te habrás perdido su infancia.’ Tenía razón. Y me dolió.”
Así que ese verano de 2000, paré todo. Compramos una casa rodante usada, metimos a nuestros cinco hijos, y cruzamos Estados Unidos de costa a costa, sin ruta fija, sin reservas, solo por el placer de estar juntos. No sabíamos si íbamos a m*trnos… pero fue todo lo contrario: nos volvimos más unidos que nunca.
Fue en esa ruta, entre estaciones de gasolina, caminos viejos y pueblos olvidados, donde entendí algo que me marcó: el viaje es más importante que el destino. Cuando volví a Pixar, supe exactamente de qué trataría mi próxima película. Cars no iba a ser solo sobre autos… iba a ser sobre la vida.
Cars es el reflejo de ese viaje con mi familia: un recordatorio de que lo más valioso en la vida no se encuentra en la meta… sino en el camino.”
John Lasseter sobre cómo un viaje familiar le enseñó la lección más importante de su carrera y dio vida a Cars.
