La Marina mexicana es sinónimo de valor, sacrificio y amor por el mar.
Desde 1917, cuando el buque “Tabasco” zarpó con la primera tripulación 100% mexicana, hasta el decreto presidencial de 1942 que estableció esta fecha como homenaje a quienes han dado su vida en el mar, nuestros marinos han marcado la historia con su entrega.
Hoy también recordamos los riesgos y sacrificios de esta noble profesión. En fechas recientes, el accidente del 17 de mayo y el trágico suceso del 7 de julio del pasado año nos han recordado lo desafiante que es la vida en el mar.
A pesar de todo, nuestros marinos siguen adelante con firmeza, orgullo y el compromiso de proteger y servir.
Más que un trabajo, es un legado. Más que valentía, es pasión.
Hoy, México los reconoce y les agradece.