Hoy vi a una mujer sentada en su coche llorando con la cabeza descansada en el volante. Parecía que llevaba el peso del mundo.
Todos hemos tenido esos momentos – en el coche, en la ducha, o en cualquier lugar donde finalmente podamos estar solos – cuando la vida se siente demasiado pesada para llevarla.
Recordemos: nunca sabemos a qué batallas se enfrenta otra persona. Sé amable. Ten paciencia. Y si ves a alguien luchando, envía una oración por ellos.
Créditos al autor.




